La leyenda del dios Ra narra el origen del mundo. Al principio de
los tiempos sólo existían la oscuridad, las tinieblas y un
océano, llamado Nun, del que surgió un huevo que dió lugar a Ra.
El dios Ra era omnipotente gracias a que sólo él conocía
su nombre secreto.
Cuando creó los hombres y las mujeres, Ra tomó apariencia humana
y gobernó a estos primeros seres. Esta época fue de prosperidad,
ya que los hombres mostraban su agradecimiento a Ra. No obstante,
Ra conservaba su nombre en secreto para poder dirigir el
mundo en paz.
Ra envejeció y no podía mantener el control sobre los hombres,
por lo que éstos comenzaron a burlarse de él y a incumplir las
leyes. Ra envió a su hija Sejmet, la más fiera de todas las
diosas, para castigarlos. Ra seguía envejeciendo y llegaba el
momento en que tendría que abandonar su forma humana y gobernar
desde los cielos. Sien embargo, no podía traspasar su poder a
nadie, ya que sólo el conocía su nombre.
La poderosa diosa Isis lo sabía todo excepto el nombre secreto de
Ra. El dios solar fue mordido por una cobra mágica e Isis le
advirtió que sólo podía salvarse si alguien lo llamaba por su
nombre secreto.
Ra hizo que la diosa se acercara a su pecho y cuando el corazón
de ella lo escuchó, Isis pronunció un conjuro que sano al viejo
dios.
Desde entonces Ra navega en una barca que atraviesa el cielo de
este a oeste cada día.
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