Su nombre equivale a terror. Tomás de Torquemada tuvo el dudoso honor de ser el primer Inquisidor General del Santo Oficio y de ser el responsable del decreto de expulsión de los judíos. Sin embargo, poco sabemos sobre la persona y las pocas referencias que han llegado hasta hoy no resultan demsiado fiables. Consecuencia de ello es la continua discusión sobe su linaje judaico, extremo que no ha podido ser demostrado.

     Torquemada fue uno de los tres confesores que tuvo Isabel la Católica, posiblemente más fanático que religioso, covirtió el proyecto político de los reyes católicos en un proyecto religioso.

     Los 10 años en que el inquisidor ejerció su función, desde que se estableció el Tribunal del Santo Oficio hasta la expulsión de los judíos en1492, dieron un fruto amargo: 3.000 ejecuciones en la hoguera y un número varias veces superior de encarcelamientos, confiscaciones y torturas. Un reinado de terror, delaciones y fingimientos.

     La venganza contra el siniestro personaje no se produjo hasta la guerra de la independencia, cuando su tumba fue profanada y sus cenizas se lanzaron al viento. Nunca se supo la identidad de sus autores. Quizás porque había demasiados sospechosos.